El volante uruguayo Matías Mier está a muy poco de convertirse en jugador de Junior de Barranquilla. Así lo reconoció el mismo volante zurdo en la tarde de este miércoles, donde espera por la orden final para emprender viaje a Colombia.

“La verdad que sí. Junior es un equipo muy grande y ojalá se de todo para que pueda llegar a ese gran club y poder jugar ahí”, dijo el zurdo desde su casa en Montevideo, para la emisora Antena 2.

Si bien las cosas están muy cerca, el jugador dice que aún faltan pequeñas cosas para dejar finiquitada completamente la negociación.

“Faltan unos detalles que se están manejando. Creo que van a llegar a buen puerto”, aseguró.

“Todavía no me ha comunicado nada. Ojalá se de todo pronto para poder pisar territorio colombiano en poco tiempo”, deseó el jugador que puede desempeñarse en varias posiciones en el medio campo, pero especialmente por la banda izquierda.

Precisamente sus capacidades dentro del campo de juego fueron motivo de consulta el pasado sábado por parte de Julio Comesaña, quien habló vía telefónica por varios minutos con el volante.

“Hablé con Comesaña el sábado, que terminamos de jugar acá un partido. Pero bien, tranquilo. Fue un charla bastante importante, hablamos temas futbolísticos, posiciones de qué jugaba y donde me sentía muy cómodo”, explicó.

Finalmente habló sobre la suspensión de 5 jornadas con la Conmebol, de las cuales aun tiene pendiente por cumplir tres fechas. Estas las recibió por participar en la batalla campal protagonizada entre los jugadores de Peñarol, su actual club, y el Palmeiras. Esto podría dejar sin chances de actuar la primera ronda de la Copa Sudamericana con Junior.  

“Yo estoy suspendido y la verdad no te sé decir si me dejan jugar o no me dejan jugar. Creo que no quiero decir algo que sea erróneo. Prefiero averiguar más”, cerró.

En la mañana de este miércoles Fuad Char había manifestado que con Matías Mier “estamos discutiendo valores, precios, y cuando la discusiones son de dinero se arreglan más fácilmente”.

Todo parece indicar que es cuestión de horas para que el jugador emprenda viaje a Barranquilla para practicarse exámenes médicos y, de no haber nada raro, firmar contrato con el equipo y así satisfacer una de las más fuertes exigencias de Julio Comesaña.